Una de las cosas que a veces me da algo de pereza a la hora de decorar galletas con glasa es teñirla de diferentes colores. Suelo hacer 2 ó 3 colores debido al tiempo que lleva teñir cada color y cargar la manga pastelera correspondiente. Pero otra opción es decorarlas en blanco, bien de manera uniforme cubriendo la galleta entera, bien haciendo textura con una glasa algo más espesa. Una vez secas, continuamos decorando con un pincel y colorantes en polvo, incluso con cacao. De este modo también se hacen sombreados que producen un efecto visual de volumen.También los rotuladores de tinta comestible dan mucho juego. Todas estas que os dejo aquí se han decorado con esta técnica.
Además, especialmente en época navideña, podemos utilizar azúcar directamente sobre la glasa húmeda y luego dejarlo secar. Aportará ese "brilli brilli" imitando a la nieve.
No hay comentarios:
Publicar un comentario